viernes, 31 de diciembre de 2004

Cotillones.com

Estaba yo tan tranquilo bajándome un programilla para quitar una mierda que me ha salido en el ordenador -y que ahora se está quitando, menos mal-, y de pronto mi fiel amigo Javierez me invita a un cotillón virtual -gracias, Javi-. Sí, amados lectores, un cotillón en internet, en el servicio de mensajeria instantánea de una empresa cuyo nombre no quiero acordarme, y ahí estaba todo el mundo, con sus cubatas, sus pisotones, robando chaquetas, ligando y esas cosas típicas que se hacen en una fiesta de fin de año. Sin ir más lejos, yo me jinqué cuatro rones cola y me ligué a una morenaza que no veas, que estaba mogollón de buena. Pues nada, para que lo sepáis. El año que viene igual, que no me gasto ná de pasta y me lo paso un montón de bien. Así sea.

jueves, 30 de diciembre de 2004

Pollitos de colores

Hoy estaba yo después de comer y le pregunté a mi madre que qué quería para los Reyes, así a lo tonto y sin venir a cuento, y se rió. Entonces se me vinieron a la mente los pollitos de colores, esos que vendían en los gitanos de Puerto Real, o en el Piojito de Cádiz o en cualquier mercado de pueblo, esos pollitos tan graciosos que estaban junto a los pescaítos de colores, que también eran muy bonitos, pero no tanto, no tanto. Pues eso, los pollitos, ay los pollitos, que píaban sin cesar diciendo, por ejemplo, el de color lila al amarillo de toda la vida: "Oye, pollito amarillo, que peazo frío; y yo aquí, de lila, en pelotas, qué vergüenza, de lila, fíjate, que es más hortera que el carajo. De lila, quillo, y luego el que me compre a ver qué hace conmigo, que me voy a jartar de alpiste de mierda, que sabe a culo de oca, con lo bueno que está el jamón". Todo el mundo conoce lo mal hablado que son los pollitos, y más los de colores. Así que lanzo al mundo una llamada de socorro por los pollitos de colores, que les pongan colores más bonitos, como verde fosforito o a rayas blancas y rojas, porque los pollitos de colores tienen dignidad, y mucho orgullo. Y aliméntenlos bien, coño, que pasan hambre. Así sea.

lunes, 27 de diciembre de 2004

Comienza lo chungo

27 de diciembre ya, y los exámenes a la vuelta de la esquina. Hay que ponerse ya el mono de trabajo que si no nos coge el toro, y es mejor cogerlo a él por los cuernos. A estudiar, hacer trabajos, leer, mucho leer, pasar apuntes -pocos-. En dos palabras: al tema.Vámonos que nos vamos, vámonos del tirón. Así sea.

sábado, 25 de diciembre de 2004

¡Qué guapo soy!

Bueno, bueno, bueno... Ayer fue Nochebuena y, evidentemente, hoy es Navidad. Así que salimos un poquillo de fiesta con los amiguetes y claro, la cosa no pudo ser de otra manera: Royal Swan y el elemento exótico de la Pepsi Blue, que dio un poquito de caché a la cita navideña. Muchas risas, reencuentros tras tres meses en Salmantica y mostrarme a la actualidad puertorrealeña tal como soy ahora: un metrosexual. No tanto, estoy exagerando un poco, no soy metrosexual pero iba tan guapo -que no lo digo yo, que lo decía todo el mundo- con pantalones y chaqueta negra y la camisa granate, y mi nuevo pelado. Increíble, me decían piropos por todos lados. Ay, si es que uno no puede ser tan guapo y elegante. Puerto Real, así soy yo. Y claro, así sea.

viernes, 24 de diciembre de 2004

GH

Sí, lo admito, veo Gran Hermano y me gusta, no me importa decirlo. No tengo ninguna vergüenza por ello, y no creo que esté desperciando mi tiempo en la televisión cada jueves por la noche. Es un programa distraído, un concurso que engancha a todos, no distingue entre bolsillos, profesiones o tipos de televisión; pero lo más interesante que presenta -y no es Mercedes Milá, que cada día está más arrugá, que de estar tol día viendo la casa, se está convirtiendo en una uva pasa- es las pasiones y los odios que levanta, tal como puede hacerlo Raúl, amado o denostado, pero que no deja indiferente y tampoco se sitúa en un punto medio. Es la grandeza de Gran Hermano, que ha sabido sobreponerse a una parrilla de programación cada vez más exigente y cambiante, que no deja de dar sorpresas, que destruye aquello que se hace eterno y pesado, repetitivo y cansino. GH no ha sido así, sino que se ha reconvertido cada año a las peticiones sociales bien interpretadas por el grupo de casting, estupendo a la hora de elegir concursantes -pues no son más que eso, simples y meros participantes, ya que lo que hagan luego lo hacen, aunque impulsados por la imagen que ofrecen en la tele, por cuenta y riesgo propio-. Ha sido apoyado por sociólogos, filósofos y otra gente del mundo de la cultura -ahora menos, claro está, pues ya no presenta novedad en cuanto a formato-. Y nos ha cautivado a todos. Quienes ahora lo critican disfrutaron con Ismael Beiro en el verano del 2000. Los gustos cambian, ¿pero por qué? ¿A cuenta de qué? No lo sé. Lo propondré como proyecto. Gracias, Gran Hermano, me lo ha pasado muy bien contigo este otoño. Pero no te lo creas mucho, puede que el año que viene te odie. Así sea.

jueves, 23 de diciembre de 2004

Y qué más da

Joder, chaval, dos veces en un día. Ni yo me lo creo; será que estoy mogollón de aburrío, pero amos, que no sé yo, porque todavía tengo que hacer la maleta -mochila, macuto, maleta, qué más da, puristas de los utensilios para llevar cosas dentro-, merendar, cenar, llamar a mi casa -bueno, esto es pelín inexacto, puesto que no llamo, sino que doy un toque con el fijo y ya ellos se portan y llaman para acá, pero qué más da, puristas del teléfono-, recoger un poco el cuarto, que el otro día encontré una pelusa que me quitó el bocadillo de chopped que llevaba en la mano de un zarpazo -bueno, no fue un zarpazo, pues es de todos conocido que las pelusas no tienen zarpas, es más, no tienen brazos ni manos; ¡por dios! ¿qué clase de monstruo es la pelusa?, pero qué más da, puristas de las pelusas-, meter en una fiambrera la carne de caballo -sí, de caballo, qué pasa, ¿que no os gusta? ¿que pobres caballitos? y qué pasa con los pollitos, con los cochinillos, con las terneritas, a ver, ¿qué coño pasa con ellos? ¿u os creéis que las patas de jamón crecen en los árboles? Nooo, no crecen en los árboles, crecen por debajo de los cochinos que comen bellotas y de los que no las comen, pero qué más da, puristas de la carne-, y encima estoy aquí perdiendo el tiempo escribiendo toda esto, relato inteligente, sí, pero que no aporta nada a vosotros hijos de dios con minúscula, cada uno del suyo, llámese Ronaldo, Llamazares [aguante de ganas de reír mientras lo escribo] o los Reyes Magos, y no, listillos, no voy a poner nada de qué más da, puristas de, no lo pongo. Así sea.

Un vasito de agua, por favor

Un mes y medio después vuelvo a la carga, pero no para contar nada en especial, sino para que la gente siga viendo mi blog, que no es gran cosa, porque no me pongo, claro está, porque si no, vamos, que iba a tener más visitas que el Google, chaval, que al lado de esta blog es una mierda, y no porque yo lo diga sino porque yo no conozco a nadie que diga cuando entra en el Google "está bien, te los has currado, me ha hecho gracia tal o cual artículo, nooo, nooo, sino que buscan lo que les sale de los cojones y se quedan tan contentos y yastá, porque una vez que entran en esa página que querían, del Google se olvidan del tirón, y eso no ocurre en mi blog aunque todavía -y no sé si algún día llegará a ser una superblog-sea un pelín peste, pero no me importa, puesto que lo hago porque quiero y no para recibir halagos aunque de vez de en cuando viene bien uno, eh?, que a ver si os enrolláis y vale que lo leáis, pero dejar un comentario aunque sea lo más triste del mundo, que yo lo hago con mis amigos y conocidos, incluso si no me caen bien, incluso en los desconocidos, pero me da igual, es por contentar a la gente, que está falta de cariño, y si este es virtual, pues todos contentos, yo te doy tú me das, no importa si eres activo o pasivo, porque en la vida es bonito tanto dar como recibir, y este comentario no admite otros como los que ahora mismo está pensando Feris con su mente habituada a pensar el doble sentido antes que darle el primero, ojito con él, que lo nombro para que se dé por aludido y me ponga alguna cosita ahí, pero qué va, porque una vez que lea esto último firá "pues ya no pongo nada y así el juanma se queda sin el comment, que lo está esperando como agua de mayo en julio", pues qué cabrón, no?, feris, de verdad que desagradecido, y que conste que no son insultos gratuitos sino que son insultos preventivos, que si al final no tiene no-comments de destrucción masiva pues no pasa nada, pero los daños colaterales son inevitables y a joderse la perra. Así sea

miércoles, 22 de diciembre de 2004

Metrosexualidad

Bueno, chavales, tras tanto tiempo con mi maravillosa melena, hoy he ido a pelarme, y me han dejado superguapo, así, con esas palabras. Y no he ido a una peluquería de barrio -y que conste que no estoy en contra de ellas- sino que me he trasladado a la gran ciudad y me ha seducido el capitalismo de la peluquería, una cadena de gentes que no hace más en su vida que coger unas tijeras y pelar, y pelar, dirigidas por un hombre que parece que ha estado en un concierto continuo durante años y así se le quedó la voz, con esa coletita tan mona. Sí, ¡Llongueras! ¡Cómo cortan el pelo, qué masaje en la cabeza cuando te lo lavan, que te dan ganas de parar el tiempo! Ahora soy miembro de ese selecto grupo que va a ¡Llongueras!, el club TOP de 22 a 27 años. Ahora soy un metrosexual, voy a ¡Llongueras!. Así quedé y así sea.

viernes, 5 de noviembre de 2004

Propaganda (y1)

¡Oh, supermercados del mundo! ¡Gracias, gracias! ¿Qué sería de mí sin vuestra propaganda? No sabéis cuánto me alegráis la vida cuando llego a casa después de clase. Ávidamente, y sin importarme los vecinos, arramplo con mi ejemplar -aún calentito- de las ofertas que alumbran vuestras estanterías. En ese momento, hago mi lista de la compra: aceites, aceitunas, alfombrillas del baño, almendras tostadas, y así hasta llegar a la Z, con esa riquísima zurrapa en manteca. Por todo ello, mi más grata admiración. ¡Oh, vaya creativos de imagen! Deberían ser elevados a dioses. Así sea.

lunes, 1 de noviembre de 2004

Premios de bebidas

Estaba yo ayer en un bar salmantino, de cuyo nombre no quiero acordarme, en el cual no queria tomar nada. ¿Qué pasó? Pues que si comprabas una cerveza, te regalaban algo. Claro, todo el mundo quiere la camiseta, que es lo único útil, porque lo demás es una mierda, hablando claro. En mi afán por conseguir tal preciado premio, caí en la tentación, a pesar de con las pipas gratis ya estaba contento. Sí, compré la cerveza, y busqué una mano inocente que cogiera el rasca. En ese intervalo de cinco o seis segundos, la camarera -que no destacaba por su simpatía- me tiró el rasca a la cara, y yo dije: "qué tía más borde", como buen hijo de vecino haría, en voz baja pero audible. Mi ilusión de la camiseta se fue lejos de ahí, centrado cómo estaba en poner verde a la chica. No importó, ya sabía que el premio no iba a ser la tan deseada prenda de vestir, y que me iba a tocar lo que menos quería, aunque después, analizando la tabla de regalos, iba a ser lo cuarto mejor de ocho. Me hirió mi orgullo, estaba enfadado, no me habían dejado elegir mi premio!!! Por lo tanto, he decidido no volver a ese bar -aunque eso ya lo sabía de antes, pues es un sitio que no es de mi devoción- y regalar el regalo que con tanto mimo me regaló la camarera a la cual le regalaron el puesto. Nunca un limpiaCD's provocó tal cisma interno. Así sea. O así fue.

jueves, 28 de octubre de 2004

La nocturnidad

Siempre vienen los pensamientos en tres momentos: antes o después de comer, mientras coges el sueño y, por último, en los períodos de desvelo. Este último es el mío ahora, escuchando canciones desconocidas, delante de una pantalla de ordenador que horada mi vista poco a poco, y sin nada más que hacer que pensar. Que no es malo, ni mucho menos. Entonces, a lo que iba. La noche no es un momento del día, es más bien un estado de ánimo. Una vez que la oscuridad se alza -o cae, depende de tu percepción y posición-, el cerebro sufre una transformación y las neuronas se activan, la sinapsis es un heho real que ha estado aletargado durante las horas de sol, y el mundo se abre. Ves cosas que no creías que iban a aparecer en tu mente, sombras, ruidos, te dices para qué estoy aquí, por qué GH va por su sexta edición y con vistas a más, por qué el DNI lleva esa letra y no otra, para qué sirve el botón turbo en los teclados antiguos, por qué Bush es querido en Estados Unidos pero odiado en el resto del mundo, para qué pensar si ya los medios te lo dan todo hecho y mascadito para que sólo recibas. Y muchos más enigmas de la vida, que irán saliendo poco a poco. Nada más hay que esperar un poquito de nocturnidad. Así sea.

Para qué

Yo no lo sé. No es una pregunta, es una idea, muy básica, pero la más compleja de responder. Desde este lado de la pantalla, se intentará que la gente, que cualquier persona, piense, debata en sí mismo y consigo mismo, reflexione. Porque no podemos estar quietos, ni debemos. Sólo es un grito de ánimo. Dejen volar su imaginación, dejen salir sus ideas. Todos las tenemos. Sólo hay que darles un paseo de vez en cuando. Así sea.