Ahí va mi explicación: la mayoría de comerciantes manipuladores de alimentos tienen un pasado oscuro, muy siniestro, y es que han participado en multitud de guerras y les han explotado muchas bombas cerca, por lo que están medio sordos. Y así gritan. Pero también podría ser que están acostumbrados a hablar con viejetes y viejitas, que no escuchan ná de ná. No sé, todo es posible en esta vida. Me quedo con lo de las guerras.
¿Y qué creen ustedes? Pinchar donde pone pillaos.
4 comentarios:
Si crees que el grito es propiedad exclusiva de carniceros, fruteros y pescaderos deberías pasarte por el mercadillo serón y conocer a los gitanos que venden la excelencia de sus productos: "¡a cinco leuros el puñao!", "¡lo'stamos dando, lo'stamos regalando!" o el clásico "que se me lo llevan de las manos".
Una experiencia sobrenatural.
Todo eso y mas en Filosofia del Marketing del Berrido, Chilliolimpio y vicisitudes varias
Quizás no sean ellos los que gritan, sean las frutas.
Quizás, y es sólo una opinión, es simplemente por dar por culo.
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