domingo, 10 de julio de 2005

¿Por qué cuando hacemos caca no la olemos, pero sí cuando vuelves al momento?

Ahí va mi explicación: me parece que en el momento de estampar nuestra firma en la taza del váter estamos en uno de los momentos felices del día, por lo que ese olor, que en ocasiones es molesto, no lo sentimos. Pero una vez que hemos acabado pues entra la depresión postfelicidad y aunque entremos en el baño sólo diez segundos después nos lo comemos con papas, un peazo empacho que no veas. No sé, es posible que tenga que ver con los estados de ánimo de la persona.
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¿Qué piensan ustedes?

3 comentarios:

Mario dijo...

Yo conozco a más de uno que aunque no se vaya se lo come entero, ejem, ejem.
Eso sé, lo importante, sea cual se el caso, es tirar de la cadena; por cierto, la mayoría ya no tienen cadena y... ¿por qué seguimos utilizándo la expresión?.
Visitad mi página. -esa sí que merece la pena, jaja, y el pene, wojoooooooo-
Es broma, por qué?, porque se aburre el chaval que escribe este blog.
PD: Juanma ¡Borrachuzo!.

Anónimo dijo...

Correr es de cobardes

Fer dijo...

Hombre, nadie caga oliendo a jazmín, hay que tener en cuenta que son alimentos en descomposición, y si la pota, que son esos alimentos a mitad del "proceso" ya apesta, imaginemos el proceso entero...
¡Usad Pato Block!