martes, 25 de enero de 2005

Tacones no, por favor

Todo el mundo sabe lo molesto que es que suene un móvil dentro de la biblioteca cuando tú estás dentro de ella. Por eso hay tantos carteles que indican que se acuerde la gente de apagarlo, desconectarlo o ponerlo en silencio antes de entrar: primero, para no molestar a la gente que estudia; segundo, para que no te avergüences de que te haya sonado: y tercero, para que tu colega de estudio no tega vergüenza ajena de ti. Bien, pero yo me pregunto: ¿por qué no hay un cartel que indique de la peligrosidad de los tacones? Eso sí que molesta, pues a los móviles ya nos hemos acostumbrado todos. Pero los tacones joden, y mucho. Se debería poner en la puerta de la biblioteca a un árbitro de fútbol, el que mira los tacos, y el/la que tenga tacones, no entra. O también poner algo como en la bolera, que te tienes que cambiar los zapatos. Deme un 38, por favor. Así de fácil. O que esa gente lleve unas chanclas en la mochila para cambiarse antes de entrar.Y es que el remedio de matar a los/las que llevan tacones es demasiado dura, pero en último término puede sernos útil. Abajo los tacones en las bibliotecas. Así sea.

sábado, 22 de enero de 2005

No sé qué poner

Es la verdad, no sé qué poner. Estoy imbuido del espíritu gris de un día como hoy. se me nubla la mente, es como una neblina amarga, una llovizna fina que no deja ver más allá de tus narices -las mías en este caso-, y los días así me siento raro, todo lo veo abstruso. Nada más espero que salga el sol y me ilumine, ilumine la calle, encienda la chispa de mi imaginación, porque así no puedo seguir. Una vela apagada, una bombilla fundida, una nevera caliente. No hay ideas, no hay nada. Y de este modo no somos nadie. Ay, la luz, ¿dónde está? No quiero seguirla, sólo quiero verla. Y que hinche mi pecho y enrojezca mis mejillas. La luz. ¿Dónde te metes? Te necesito ahora, o pronto, no quiero agobiarte con mis deseos. Pero aparece.
Así sea.

viernes, 21 de enero de 2005

Más galletas rancias

Hoy vine feliz a la biblioteca pensando que por fin se habían acabado las galletas rancias y que por fin podría merendar algo decente, como las galletas recubiertas de chocolate del Plus Superdescuento con los graciosos Chiquiprecios como reclamo, pero no, busqué en el armarillo de las meriendas y encontré ¡otro paquete de galletas rancias abiertas desde noviembre! ¡Y encima casi lleno! Y lo peor, del mismo tipo que las de ayer. Supertriste. Por lo que sigo estudiando y comiendo galletas rancias, qué le vamos a hacer. Pero al tema, que es el estudio. Así sea.

jueves, 20 de enero de 2005

Galletas rancias

Y aquí estoy yo, comiéndome unas galletas de cacao rellenas de chocolate, que estarían muy ricas si no estuvieran rancias, en la biblioteca sita en calle Plcentinos, departamento de Filología Inglesa, estudiando como un cabrón, y feliz con mis galletas rancias, que llevan abiertas desde que abrimos el paquete en noviembre, y ya ha pasado tiempo. Y es que el tacto de las galletas rancias es diferente, no cruje, es como si hubieran estado mojadas en leche. Aún así, están buenas, porque el chocolate no está pasado -del todo-. Pero algo hay que merendar, que luego no se rinde, y a falta de una palmera de huevo -ay, cuánto añoro las palmeras de huevo de la Pepa-, pues ahí están las galletas rancias. Y voy a seguir merendando, que les está dando la humedad a las galletas y se me van a poner malas. Así sea.

sábado, 15 de enero de 2005

Palabras que me gustan (y1)

PEPÓN.
Etimológicamente, no se sabe de dónde viene. Hay muchas versiones acerca de su origen. Una primera, bastante poco fiable, habla de un tal Pepe, que parece ser tenía un falo monstruoso. Más bien es una leyenda. Otra más certera se refiere a otro Pepe, que pecaba de tener la malvada enfermedad del priapismo.
Estar pepón. Significa tener el pene erecto. Suele ocurrir cuando ves la Selva de los Famosos, cuando te excitas sexualmente y cuando todas las mañanas te levantas con la tienda de campaña puesta. También se suele aceptar la expresión estar todo pepón, cuando la erección es máxima y continuada.
Me gusta decirla porque suena bien, sobre todo cuando gritas ¡yio, tó pepón el tío! ¡iinnn, iinnn!. Cuando se pronuncia suele ser en voz alta, y la ironía suele estar presente en muchas ocasiones.
Les aconsejo que la digan, suele liberar tensiones no deseadas, y uno se queda muy a gusto.
Así sea.

viernes, 14 de enero de 2005

Ahí estaré

Cada día se me ocurren cantidad de temas para compartir con ustedes, amados lectores, pero ninguno llega a cuajar. Y es una pena, pues la mayoría son provechosos y seguro que nos ayudan para con nuestra vida. Perdonad que ahora sea menos constante, pero los exámenes ya están ahí, y aunque más que nunca en mi cabeza bullan ideas y más ideas y más ideas y aún más pues me es más difícil llevarlas a la pantalla, sea por la razón que sea. El tiempo es oro, como diría Tino Romero -o Clint Eastwood o Darth Vader-, y haré lo que pueda para sacar los minutos necesarios para estar cada día -o cada dos- puntualmente con ustedes. Así sea.

jueves, 13 de enero de 2005

sábado, 8 de enero de 2005

Propaganda (y2)

Debo ser tonto, porque hoy me he levantado y he visto las propagandas de los supermercados, y al ver la de uno concreto de cuyo nombre no quiero acordarme, me he emocionado. Casi se me saltan las lágrimas. ¿Por qué? ¡¡Porque hay una oferta de 3x2!! Sí, en Salamanca compramos con el 3x2, vivimos de él durante semanas, y yo creía que no iba a haber otro hasta marzo. Pero no, tenemos otro ahora. Banalidades, lo sé. Me siento vulgar por ver esas ofertas y creer que tengo suerte. Tal es el poder de la propaganda que por unos momentos consiguió nublar mi razón y mi sentido común. Por eso os advierto del grave peligro que corremos, cuidado con la publicidad, cuidado, que ataca sin que nos lo esperemos. Así que el lunes, a comprar, que hay que aprovechar el 3x2. Así sea.

viernes, 7 de enero de 2005

Se acabó la Navidad

Ya no estamos en Navidad. Queda declarado el estado de excepción en las tiendas. Las rebajas comienzan. Las familias se afanan por quitar cuanto antes sus belenes, pues eso ya está "pasado de moda". Hay que gastar esas ingentes cantidades de dinero que los reyes nos han traído. Las rebajas son un buen depositario. El banco nos roba. La caja de ahorros igual. No nos hacen un favor. Hay que ir de nuevo a clase. Tenemos que estudiar los estudiantes. Tienen que seguir trabajando los trabajadores. Tienen que estudiar y trabajar los estudiantes que trabajan. Y también los trabajadores que estudian. Hay que volver a levantarse temprano. Va a ver que ir pensando el disfraz de carnaval. Este año los carnavales son muy pronto. El concurso del Falla empieza el lunes. Todavía casi tenemos el polvorón en la boca. Y sobre la cabeza. Pero los polvorones también han pasado de moda. La Navidad ha pasado de moda. De un día para otro. Yo no me he dado cuenta. No he engordado en Navidad. En fin. Hay que empezar a estudiar. Así sea.

jueves, 6 de enero de 2005

Reyes Magos funcionarios

Hoy, 6 de enero, no podía dejar de escribir sobre esos seres que son los Reyes Magos, esa gente que esta noche va a dejar a algunos regalitos que seguro no se merecen, y a otros les van a dejar nada que seguro tampoco se merecen, pero eso es tema aparte. Así, los RR.MM., como cualesquiera hijos de vecino, tendrán su jornada laboral completita, de 12 a 8, turno de noche, que tiene primas y por eso, como es la noche de Reyes en la que casi nadie trabaja, pues ellos cogen más de 300 días de vacaciones, como los médicos del hospital que trabajan esta noche. Así es la vida del funcionario sanitario, pues si el médico salva vidas, los RR.MM. salvan familias, deseos, ilusiones, y no sólo de los niños, también de adultos y seniles. Y se merecen un descansito -los Reyes, no los médicos-, pues su trabajo apaga muchos fuegos sin control. Eso sí, esta noche se ponen ciegos de brandy en Andalucía, cava en Cataluña y sidra en Asturias, y llegan a Oriente con un pelotazo que no veas, que tardan en recuperarse casi un año. Y los camellos se mean en cualquier esquina, con la pechá de agua que se dan. Y no veas el cutis más ideal de la muerte que tienen en verano con las cantidades de zanahoria que se meten entre pecho y joroba. Pues nada, a ver que nos dejan. Yo sólo me he pedido un libro, y nada más, que no hace falta. Así sea.

miércoles, 5 de enero de 2005

He puesto un tag

Y eso, ¿qué es?, se preguntarán ustedes. Pues es un instrumento sencillísimo para dejar mensajes cortos en el blog. Me he decidido a ponerlo porque he visto que nadie deja nada en los artículos, a no ser que se les haga mención en el mismo, y yo no los culpo, casi que yo hago lo mismo. Así que, como esto del tag es más rápido y fácil, menos trabajoso, pues ahí queda, más cómodo para todos y más dinámico, que le da vidilla al blog.
Instrucciones de uso
  • Escribe tu nombre o nick en ¿Quién eres?
  • Si quieres, puedes poner tu email o página web en Email o webpage
  • Escribe lo que quieras en Pon lo que quieras. Puedes darle a caritas si quieres poner un emoticón o carita
  • Dale a Ponlo ahí arriba, y listo.

Así sea.

Renovándonos

Mira tú por donde que nos hemos puesto a poner la blog bonita, para que ustedes, amados lectores, se sientan mucho más a gusto, que es lo que yo persigo en la vida: la felicidad para todos. Qué bonito suena esto, ¿será la Navidad? Pues eso, que poco a poco iré añadiendo ligeros detalles que alegrarán la vista, su vista. Así sea.

domingo, 2 de enero de 2005

No tan guapo, fíjate

La verdad es que el día de Nochevieja no iba tan bien como el 24 de diciembre, ¿será que el 2005 -miren mi artículo anterior- no me sienta como un guante? ¿Serían los colores de mis poco fastuosos y muy clásicos ropajes? No lo sé, el caso es que me vi menos guapo. Y esto no puede ocurrir más, que mi prestigio está ahí. Así sea.

Año nuevo, ¿por qué?

Dicen todos los medios de comunicación, todas las personas, todo el que anda por la calle, incluso mi pajarito -como animal de compañía, no piensen mal- me lo dijo esta mañana, que hemos cambiado de año, que ya estamos en el 2005 del calendario gregoriano. Hemos sumado un número más, mas, y es algo que muchos se han preguntado ya, y por lo tanto no innovo, ¿qué es el tiempo sino algo que el hombre se inventó para saber a qué hora comer, acostarse o quedar con los amigos? También se puede pensar que lo inventó la televisión para que la gente supiera cuando ver sus programas, o los médicos para dar citas, o los bares para cuando cerrar -o los ayuntamientos para tocar los huevos a los bares-, o nuestras madres para decirnos a qué hora llegar a casa por la noche, o El Corte Inglés para inventar los regalos de cumpleaños y el día del padre, o los curas para que la gente se felicite el día de su santo, o los fabricantes de frigoríficos para decirnos que se ha acabado la garantía, o los que inventaron las agendas, o los estudiantes para fijar sus fiestas de facultad y saber qué día son los exámenes, o Danone para poner fecha de caducidad a los yogures con trozos de fruta, o las promociones de los cereales para que se te acabe el plazo y no puedas conseguir la tan ansiada taza de la rana de los Smacks. Pues eso, que lo de que estemos en un año nuevo lo dice todo el mundo, pero yo no me lo creo, pues no sé qué es eso del tiempo. Así sea.